Pekecha

Pekecha: marca personal

Parece que cuanto más expuestos estamos a la gente, más miedo nos da mostrar cómo somos. Que si sacamos a la luz nuestras “rarezas” seremos carne de juicio. Y no me refiero a la palabra “rarezas” como algo malo, hablo de aquello de lo que dicen los demás de nosotros cuando no estamos delante; de lo que nos diferencia de entre todos y nos convierte en seres únicos, aquello que conforma nuestra marca personal.

Muchas veces nos preguntan cuál es nuestra mejor virtud o como nos definiríamos en una sola palabra; ¿te lo has preguntado alguna vez?, y no aparece la respuesta indicada, tan solo un “no sé…”. Todos tenemos algo o “algos” que habla por nosotros y solo se descubre mostrando la cara a los demás. No hablo de la que se suele ver mostrando la felicidad constante, la belleza buscada y a veces cuerpos deshumanizados; si no de la gente que transmite emociones, colores y nuevos puntos de vista; que si no puedo conocerla en persona que me diga como realmente es y que, gracias a sus “rarezas”, me quede con ella.

No pretendas que los demás te quieran si no eres tú el primero y el último en hacerlo, orgulloso de no ser una persona de aire, si no de experiencias, aprendizaje y vida que te han hecho de una forma.
Siempre que hay que forzar quiere decir que algo no está yendo bien. Haz que cuando te vayas, te recuerden y eso, solo se consigue desnudando tu marca personal.