
8 pasos para la digitalización de la PYME
La digitalización de la PYME es inevitable.
La pandemia ha venido, únicamente, a acelerar un proceso que ya se había iniciado tiempo atrás.
Por tanto, la pandemia no ha generado esta necesidad, ha acelerado su implantación. Y esta implantación es necesaria, ya que los datos apuntan a que muchas empresas podrían cerrar como consecuencia de esta falta de digitalización.
Pero, ¿cuáles son los pasos que debe seguir una PYME a la hora de digitalizarse?
Pasos a seguir para digitalizarse:
1. Análisis interno y competitivo
El primer paso es analizar cuál es la situación de nuestra empresa.
Este análisis abarca desde cuál es nuestro sector, nuestra posición en el mismo, nuestras posibilidades, nuestro público y la etapa en la que nos encontramos en el proceso de digitalización.
Todo este análisis nos permitirá crear un Plan de Marketing Digital que nos sirva de hoja de ruta para lograr alcanzar los objetivos que en él establezcamos.
Y, más importante, no perder de vista esos objetivos.
2. Responder a las necesidades de nuestro cliente digital
Es esencial que conozcamos qué es lo que necesita y busca nuestro cliente.
Ya sea por nuestro sector o por conocer el motivo por el cual nos elige, nuestro cliente es diferente. Y también lo es en formato digital.
Muchos se han convertido y son clientes digitales y, otros, ya lo eran.
En todo caso, ahora que esta tendencia se ha cristalizado, es hora de entender qué demandan y adaptarnos a ellos.
¿Por qué? Porque en caso contrario dejarán de elegirnos.
Es decir, nuestro cliente habitual puede que, debido a la pandemia, haya pasado a ser nuestro cliente digital. Pero, en este nuevo entorno tan competitivo, si no sabemos adaptarnos completamente a sus necesidades, tendrán cientos de opciones a elegir a un solo click.
Quien conozca más al cliente, gana.
3. Escoger las herramientas digitales útiles para nuestro perfil
Tras el análisis interno, competitivo y de cliente, seguramente hayamos extraído una serie de conclusiones que nos ayudarán en este punto.
¿A qué nos referimos? Pues a que no todas las herramientas pueden ni deben utilizarse en todos los sectores y con todos los públicos.
Lo que sí es indudable es que una página web, clara e intuitiva mejor, es esencial para que nos encuentren en la red.
A partir de ahí, habrá que determinar qué más herramientas se adaptan a nuestras necesidades y, por tanto, debemos incluirlas.
4. Asesorarse con profesionales
A veces las cosas no son tan evidentes como parecen. Aunque uno pueda “montar” una web, al final, conseguir alcance, gestionarla y entender qué necesita el consumidor, va más allá.
Por eso, es siempre interesante contar, en la medida de lo posible, de profesionales que nos asesoren, por lo menos, para empezar.
Pero la cosa no se queda aquí. Ponemos el ejemplo de la web porque nos gusta ejemplificar las cosas de modo muy sencillo y comprensible. Pero hay más.
La digitalización conlleva toda una serie de transformación en la cultura organizativa que afecta a distintos procesos y al propio pensamiento de la empresa. Y, en estos aspectos, es en los que los profesionales nos pueden ayudar todavía más.
La tecnología avanza a pasos agigantados, pero lo más importante es saber qué nos puede servir y qué no.
5. Cambio total a una cultura de innovación
Todo este proceso debe ir acompañado de un cambio de mentalidad completo en la organización.
Os lo comentábamos en nuestro post sobre la transformación digital.
Todo esto implica no solo crear una página web, redes, o automatizar procesos sino, un cambio de mentalidad orientada a la innovación constante.
La digitalización es, en gran parte, un cambio de patrón “mental” de la organización. Es utilizar la tecnología como piedra angular de nuestra mejora. No, no es convertirnos en cíborgs, pero sí saber qué nos puede funcionar para satisfacer mejor al cliente y ayudar al empleado.
Es buscar la mejora constante, la optimización de procesos, la eficiencia, la productividad y la cultura del empleado de la mano de la aplicación bien entendida de todos estos avances.
Y este punto es muy importante, porque el empleado tiene que ser parte de esta mentalidad e ir adaptándose a estas mejoras que se introduzcan e incluso impulsarlas.
Quizás, este punto es el más relevante de todo el proceso de digitalización: Entender la digitalización, que no es una tarea a tachar de la lista de cosas por hacer o una meta, sino el camino.
5. Necesidad de adquirir competencias digitales propias
Es decir, esto sería la unión de varios puntos anteriores.
Aunque contemos con profesionales que nos asesoren, hayamos implantado distintas herramientas y la propia organización se haya adaptado; es necesario que el propio empresario entienda este nuevo idioma.
Porque sí, es como si fuese un nuevo idioma. Y hay que aprenderlo para poder adquirir los conocimientos necesarios y, con ello, generar criterio que nos permitirá tomar decisiones adecuadas.
En caso contrario sería como tomar decisiones tras una reunión en la que no se entendía el idioma del otro participante.
Suena mal, ¿no? Pues algo así nos pasaría.
Además, porque nosotros mejor que nadie podemos conocer nuestra organización con lo que nos dota de un criterio que, unido a conocimientos digitales, genera una combinación sustanciosamente beneficiosa en todos los sentidos.
6. Las redes sociales como principal aliado
A pesar de que no es lo mismo gestionar una red personal que una empresarial y, mucho menos, gestionarla bien, por lo menos este término nos suena a todos.
Y esta es la buena noticia, que en este campo todos nos entendemos y además, por ahora, resulta inmutablemente imprescindible.
Las redes sociales son esenciales como extensión de la voz de la organización.
Permiten proximidad con el cliente y responder a sus necesidades de un modo directo.
Además, si se saca buen partido de ellas llegando a nuestro público objetivo con una buena segmentación, es una oportunidad de oro.
No es tan evidente a veces gestionar las redes, ni siquiera escoger la conveniente.
Un ejemplo podría ser utilizar una red social enfocada a adolescentes en un sector industrial mayorista.
Todo es posible, y bien gestionado quizás podríamos atraer su atención en un momento concreto, pero a la postre, seguramente no es nuestro público objetivo ni nuestro principal interés dirigirnos a ellos.
Por ello este punto es esperanzador, pero como todo, hay que saber aplicarlo.
8. No perder de vista que somos humanos
En todo este proceso no debemos perder nunca de vista que somos humanos,
Las máquinas y la tecnología nos ayudan, pero el pensamiento crítico y moral, corresponde al humano.
Por ello, a la hora de aplicar todos estos procesos es necesario que intervenga nuestro lado más humano, en el sentido racional y moral. Y, también, aplicarlo a aquellos procesos a los que las máquinas y la tecnología nunca podrán llegar.
En este artículo os hemos intentado dar 8 pinceladas de lo que es verdaderamente importante a la hora de digitalizarse: la esencia.
Las herramientas están ahí, los profesionales también, pero la hoja de ruta la tiene que hacer uno teniendo en cuenta todo esto, teniéndose en cuenta a sí mismo.
Hasta la próxima 🙂