Biometría y turismo: ¿Qué es? y aplicaciones al sector turismo
Os hablamos hace un tiempo del metaverso, hoy os traemos otro concepto al que hay que prestarle atención: el concepto de biometría y su aplicación al sector turismo.
Os lo explicamos de un modo sencillo para que podamos entenderlo y, así, aplicarlo.
¿Qué es la biometría?
El nombre biometría une el prefijo bio y el sufijo metría.
Bio hace referencia a los seres vivos, mientras que metría hace referencia a la medición.
El origen como palabra viene de un campo totalmente ajeno al marketing, esto quizás es bastante evidente. Concretamente, proviene de la arqueología y sirvió para poder datar los restos encontrados. Es decir, a través de unas características físicas, la biometría las convertía en secuencias numéricas que permitían un análisis que condujese a la datación.
Y esto es lo que hace esta ciencia. Utiliza la medición para obtener unos datos relativos a las características biológicas de los individuos con el objeto de aplicarlo a distintas funcionalidades.
Algunos de los elementos que se emplean para medir y que más familiares nos resultan son las huellas dactilares, los patrones faciales o el ADN, todos ellos vinculados a diversas aplicaciones en nuestro día a día.
En unos casos el objeto es la autenticación y en otros la identificación. Que muy resumidamente se diferencian en:
- Identificación: el sistema biométrico determina la identidad del cliente.
- Autenticación: sistema que verifica la identidad del cliente.
Ventajas del uso de la biometría
Principalmente son dos, en los que se podrían englobar más:
- Rapidez:
Os hablaremos posteriormente de ello pero, permite la reducción de colas en accesos a eventos o aeropuertos, por ejemplo, porque la identificación es “automática” gracias a esos datos del humano convertidos en números. Esto favorece:
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- Consumo gracias a la agilidad de los pagos: la rapidez permite eliminar barreras en las compras y que el usuario sea menos reticente.
- Experiencia de usuario: sin duda, la celeridad siempre mejora la experiencia del cliente cuando de idetificación o transacciones se trata. Lo que el usuario busca es el producto o el servicio, la transacción debe ser lo menos costosa y rápida posible.
- Seguridad:
Al ser datos convertidos en series numéricas, la falsificación de dichos datos aparenta ser más complicada.
Con los métodos tradicionales como las contraseñas, uno puede perderlas, se las pueden robar por estar a la vista de otros o podrían hackearselas.
La biometría permite un filtro más ineludible para estas cuestiones de seguridad.
¿Cuál es la aplicación de la biometría en el sector turístico?
Tras la pandemia, algunos estudios han mostrado que los viajes “sin contacto” serán el nuevo referente para los viajeros.
En este estudio se mostraba que el 76% de los viajeros preferían destinos en los que existiesen sistemas de identificación fiables y de pago sin contacto.
Otras expectativas de los clientes para la aplicación de la biometría son las tarjetas de embarque electrónicas, los baños sin contacto, los viajes sin contacto desde los aeropuertos a los hoteles o los pasaportes sanitarios digitales.
Hoy os queremos hablar concretamente de su aplicación en el sector turismo porque presenta una serie de ventajas, retos y también dilemas morales de lo más “jugosos”.
Esta tecnología permite identificar y autenticar a usuarios para poder gestionar mejor sus servicios y, a la vez, llegar a conocerlos mejor.
Ejemplos de su uso pueden ser:
Uso de la biometría en aeropuertos:
Se espera que el número de usuarios de avión y, por tanto, pasajeros, se duplique en los próximos años.
Por ello, los aeropuertos están especialmente interesados en este tipo de tecnologías ya que, dada su actividad, cuentan con una serie de protocolos de seguridad que imposibilitan un tráfico fluído de pasajeros.
Con estos sistemas se busca llegar a una identificación de los viajeros más sencilla y eliminar las odiadas colas o, por lo menos, reducir su volumen.
Algunos de los pioneros fueron ya hace años que llevan trabajando con estos sistemas.
Un ejemplo muy conocido de ello fue el ejemplo que podéis ver en el vídeo, en China.
En él, el pasajero se posiciona delante de una pantalla y, haciendo uso de nuestra famosa biometría, reconoce al pasajero y lo relaciona con todos sus datos de interés ya sea vuelo, horario, e incluso un código QR que le permita acceder a ella.
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- Estados Unidos:
Ya en 2018 contaban con sistemas implantados y siguen mejorando y proliferando.
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- Aeropuerto de Brisbane, en Australia:
Su sistema captaba una imagen de la cara para generar un token de seguridad y relacionarlo con los datos de los pasajeros.
El resultado fue reducir el tiempo de embarque de los pasajeros en un 70% en esas primeras pruebas.
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- Aerupuerto de Changi, en Singapur:
Es especialmente interesante, en este caso, que la directora de dicho aeropuerto anunciaba ya en 2018 que era interesante contar con cámaras en las terminales que permitiesen captar la identidad de los pasajeros y localizar a aquellos que estuviesen en “riesgo” de perder el avión para ayudarlos.
Estos ejemplos son algunos de los que comenzaron a desarrollar a pie de campo la tecnología, pero los avances han ido en aumento.
Uso de la biometría en hoteles:
En los hoteles, la utilidad puede llegar a todo tipo de servicios. No sirve simplemente para identificar a los clientes y permitir relacionarlos con unos datos sino que, directamente, ayudan en sus actividades durante la estancia.
A la hora de entrar, favorece el check-in pero, con esos datos pueden:
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- Conocer mejor sus gustos.
- Mejorar los métodos de pago con la autenticación mediante huella dactilar o iris que cargue a la cuenta del consumidor directamente el servicio o producto que esté adquiriendo. Una ejemplo es en el Ushuaia Ibiza Beach Hotel que lo hace a través de huella dactilar.
- Acceso a las habitaciones a través de sistemas como voz o huella dactilar. Un ejemplo de esto es el Kube Hotel de París.
Polémica con la biometría: ¿bienvenidos al Gran Hermano?
La medición de todos estos parámetros resulta sumamente útil en favor de la fluidez de la identificación y autenticación de clientes (sean del sector que sean). Pero, la polémica está servida.
A lo largo de los últimos años hemos ido perdiendo, de modo paulatino y casi incosnciente, parcelas que antes eran de nuestra absoluta intimidad.
Bajo la necesidad de acceder a ciertos productos y servicios para los que es necesario dejar nuestros datos, nos hemos familiarizado con esta tendencia y llegamos a ceder datos y permitir el control sobre nuestro perfil como consumidor de un modo que, algunos, ya empiezan a relacionar con el distópico Gran Hermano que se perfilaba en la literatura.
La seguridad es el objetivo y también el talón de Aquiles de esta tecnología.
¿Por qué? Porque si bien en términos generales sirve para sistemas de autenticación que permiten una mayor seguridad en nuestros pagos, por ejemplo, el ciudadano también está más “controlado” y algunos lo relacionan con un problema para su seguridad más literal.
En China, de hecho, la biometría habilita que el gobierno “bonifique” a los ciudadanos con puntos de “buen comportamiento” que les permite acceder a mejores servicios ya sea relacionado con poder viajar a ciertas zonas sin tener que presentar más documentación o mejorar su check-in en aeropuertos, como, en la cara contraria, reducirles la velocidad e internet si su comportamiento no ha sido el adecuado.
La biometría, desde luego, hace presente lo los panoramas más literarios.
Aquí os dejamos otro de los elementos con los que nos vamos a tener que familiarizar porque es una realidad a la que ya incluso estamos familiarizados, pero porque también no dejará de crecer.
Nos leemos 😊