Por qué una buena identidad visual es determinante para tu marca
La identidad es aquello que nos define, lo que acogemos como propio, las características que nos hacen únicos y nos diferencian de los demás. Hablar de identidad corporativa es hablar de conciencia. Las empresas, como las personas, trabajan sobre unos rasgos que asumen como suyos y que proyectan a un público, dándole forma a su imagen.
Aunque puedan confundirse a menudo, la identidad y la imagen corporativa, son dos conceptos que, operando en sintonía, significan cosas diferentes; siendo, la imagen, una percepción externa de nuestra marca y la identidad la autopercepción de lo que somos. En la práctica, cuando trabajemos la identidad corporativa de nuestra empresa nos referiremos, sobre todo, una construcción visual que hace de manifestación física de la imagen corporativa.
La identidad visual corporativa o identidad corporativa gráfica (ICG), se refiere a la actividad de realización técnica y física de la imagen que hemos diseñado, la cual queremos que se perciba en el mercado.
¿Qué es qué? Conceptos de identidad visual corporativa
Logotipo
Es probablemente, el concepto más conocido de ICG, y también el peor usado; es frecuente oír que se utiliza para referirse a un símbolo, un icono o un isótopo. Pues bien, lo que sorprendería a muchos, es que el uso correcto del término es para aquellos elementos corporativos gráficos compuestos exclusivamente por letras. Tiene sentido, y es que el significado de logo no es otro que palabra.
Isotipo
El isotipo, o símbolo, al contrario que el logotipo, se refiera a los elementos icónicos de las marcas. El isotipo es autónomo y reconocible por sí solo, no necesita acompañarse de palabras para ser identificador e identificable.
Isologo
Sería la integración del icono con las palabras de forma indivisible y unificada, de tal forma que no pudieran funcionar por separado.
Imagotipo
Es también la composición y aparición conjunta de iconos y texto pero actuando de forma independiente y divisible. Es decir de un imagotipo sacamos un logotipo y un símbolo, los cuales pueden funcionar por separado o en conjunto, indistintamente.
La importancia de la identidad visual para tu marca
La ICG (identidad corporativa gráfica) o identidad visual corporativa, es, muchas veces el primer contacto que tenemos con el cliente. Un logotipo/ símbolo, imagotipo… habla por nosotros y fabrica una serie de estímulos que se traducen en el receptor de la imagen en una percepción determinada acerca de nuestro producto o servicio. Por eso, la identidad visual es un factor determinante, pues se convierte en “espejo” de nuestra imagen. La clave está en que esa imagen que la ICG refleja, y que es recibida por el cliente, se identifique con la imagen que queremos proyectar y por la que queremos ser reconocidos. De poco vale que tu ICG sea muy bonita, original y llamativa, si el nombre no te identifica o los colores no son los correctos. Así, el reto de una buena identidad corporativa gráfica radica precisamente en la conciencia de la propia identidad. “Saber quienes somos para que sepan quienes somos”, esa es la pista.